Mi vida es un bello cuento ¡tan rica y dichosa! Si de niño, cuando salí a
recorrer el mundo, solo y pobre, me hubiese salido al paso un hada prodigiosa
que me hubiera dicho: «escoge tu camino y tu meta, que yo te protegeré y te
guiaré conforme a las facultades de tu entendimiento y conforme es razón que
se haga en este mundo», no pudiera mi suerte haber sido más feliz.
La historia de mi vida dirá al mundo lo que a mí me dice: «hay un Dios
amoroso que encamina todo a buen fin».
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