Tu y yo llevamos el mismo peso
de una larga y negra despedida.
¿Por qué lloras? Dame tu mano,
promete regresar a mis sueños.
Somos como una montaña frente a otra…
No volveré a encontrarme contigo en este mundo.
Sólo si me enviaras recuerdos a medianoche
con las estrellas.
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