McKenna describe la infancia de Lynch en Boise, capital del estado de Idaho, como "bucólica y segura". Pero el director asegura que incluso de niño intuía el terror bajo la superficie: "El rollo de los 50 no siempre es positivo; siempre supe que pasaban cosas".
Estando una noche en la calle con su hermano pequeño, John, vio como surgía de la oscuridad "una mujer desnuda de piel muy blanca", con piel "del color de la leche" y "sangre en su boca". "No podía andar muy bien, y tenía mala pinta y estaba completamente desnuda". La perturbadora imagen, que le siguió de por vida, puede recordar a la Ronette Pulaski de 'Twin Peaks', caminando por las vías del tren en aquel camisón hecho jirones.
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