Después de mi reunión con Curt Kampmeier, hablaba con todo el que conocía y le hacía la misma pregunta que Curt me había hecho a mí: “¿Tienes algún plan para crecer?”. Esperaba que alguien lo tuviera y simplemente pudiera aprender de él, pero nadie me dijo que sí. Nadie en mi mundo tenía un plan para crecer y mejorar, así que no sabía cómo crecer, y ellos tampoco. La diseñadora, artista y consultora Loretta Staples dice: “Si tiene claro lo que quiere, el mundo responde con claridad”. Yo sabía lo que quería; quería crecer en el nuevo trabajo que estaba haciendo. Quería convertirme en una persona capaz de lograr las grandes metas que había establecido para mí. Solo necesitaba una manera de hacerlo. Muchas personas aprenden solo de la escuela de los duros golpes. Las experiencias difíciles les enseñan lecciones “por las malas”, y cambian, a veces para bien, y a veces para mal. Las lecciones son aleatorias y difíciles. Es mucho mejor planificar su crecimiento intencionalmente. Usted decide dónde tiene o quiere crecer, usted decide lo que aprenderá y usted continúa con disciplina yendo al paso que usted marca. Después de reunirme con Curt y darme cuenta de que no conocía a ninguna persona que pudiera ayudarme, mi esposa Margaret y yo hablamos acerca de maneras en que podíamos arañar, ahorrar y privarnos de cosas para conseguir 799 dólares. (¡Recuerde que esto sucedió antes de las tarjetas de crédito!). Me saltaba almuerzos; cancelamos las vacaciones que habíamos planeado tener. Nos las apañamos, y aunque tardamos seis meses, finalmente lo conseguimos. No se imagina la emoción que tenía mientras abría el paquete de crecimiento y comencé a hojear las cinco áreas que cubría: actitud, metas, disciplina, medida y persistencia.
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