Clair Cameron Patterson fue el geofísico que, en 1953, logró calcular la edad de la Tierra. Más allá de ese enorme logro, este científico también fue uno de los pioneros en la lucha contra el uso de materiales tóxicos en los combustibles debido al efecto de estos sobre la contaminación del aire y, por supuesto, en la salud de las personas.
Su lucha por un aire limpio para todos comenzó en 1965, una época en la que los temas medioambientales no habían alcanzado la relevancia que tienen en la actualidad. Gracias a sus conocimientos, Clair Cameron Patterson sabía que algunas prácticas industriales atentaban contra el planeta y su gente, por eso, decidió no guardar silencio.
“Me levantaría y explicaría cómo funcionan realmente las cosas. Ese era mi trabajo”.-Clair Cameron Patterson-
Gracias a los esfuerzos de Clair Cameron Patterson, en 1970, se aprobó una ley en Estados Unidos conocida como: aire limpio. También gracias a él, numerosos ecologistas comprendieron el elevado poder contaminante del plomo en los combustibles y, de este modo, lograron sustentar sus reivindicaciones en muchos países del mundo.
Clair Cameron Patterson, junto con su colega, George Tilton, desarrolló un método para calcular los tiempos geológicos basado en el uranio y el plomo. De este modo, logró establecer la probable edad del planeta, la cual determinó en 4.550 millones de años. Esta se considera la datación más importante que existe hasta el momento y se ha mantenido inalterable desde 1956.
Otro de los grandes aportes de Patterson fue descubrir que había importantes niveles de contaminación con plomo en la superficie terrestre. Este descubrimiento lo llevó a preguntarse por los efectos de tal contaminación en la atmósfera y en el cuerpo humano. Esto lo condujo a iniciar una encarnizada lucha por evitar ese fenómeno.
Patterson determinó que el plomo llegaba a compuestos de uso cotidiano, como la gasolina y las latas de los alimentos, a través de un compuesto llamado tetraetilplan. Desde entonces, se propuso luchar por la prohibición de esa sustancia. Su principal contrincante era la Corporación Ethyl, la empresa líder en la producción de aditivos de plomo.
Lo que siguió para Clair Cameron Patterson fue una persecución sin tregua. Las grandes multinacionales comenzaron a usar todo su poder e influencia para que se le cerraran puertas al científico en todas partes. De hecho, lograron que se le negara un contrato de investigación en el Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos.
En 1971, le negaron la participación en un panel del Consejo Nacional de Investigación sobre contaminación de plomo en la atmósfera, aunque nadie en el mundo sabía tanto acerca del tema.
Sin embargo, en 1978, sí fue invitado a formar parte de ese panel y se le permitió elaborar un documento con las medidas a tomar para evitar la contaminación con plomo.
Su inclaudicable lucha llevó a que a finales de siglo el nivel de plomo en la sangre de los estadounidenses se hubiera reducido en un 80 %. Patterson murió el 5 de diciembre de 1995 y hasta el último día no descansó en su empeño por un aire más limpio en el mundo.
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