viernes, 13 de noviembre de 2020

Zygmunt Bauman



 Ulrich, el héroe de la gran novela de Robert Musil, era —tal como lo anunciaba el título de la obra— Der Mann ohne Eigenschafiem el hombre sin atributos. Al carecer de atributos propios, ya fueran heredados o adquiridos irreversiblemente y de manera definitiva, Ulrich debía desarrollar, por medio de su propio esfuerzo, cualquier atributo que pudiera haber deseado poseer, empleando para ello su propia inteligencia e ingenio; pero sin garantías de que esos atributos duraran indefinidamente en un mundo colmado de señales confusas, con tendencia a cambiar rápidamente y de maneras imprevisibles

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