miércoles, 25 de noviembre de 2020

Shakespeare



 No habiendo remedio, las penas acaban

al vernos ya libres de todas las ansias.
Llorar la desdicha que no tiene cura
agrava sin falta la mala fortuna.
Si quiso el destino que algo perdieses,
quedar resignado el golpe devuelve.
Si al robo sonríes, robas al ladrón:
te robas si lloras un vano dolor.

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