Tu palabra es una promesa que haces. Y cuanto más lleves una vida espiritual, más poder tendrá tu palabra y menos espacio tendrás para escabullirte. Viví un ejemplo de esto en un viaje reciente a la India. Me detuve en Rishikesh, una ciudad sagrada al borde del Ganges, donde los tenderos no dejaban de molestarme ofreciéndome sus mercancías. Después de un rato, para que no siguiesen insistiendo, les dije que regresaría más tarde. «¿Lo prometes?», me preguntaron, y yo respondí: «Sí, desde luego». Sabía que no tenía ninguna intención de regresar a esas tiendas, pero mi respuesta me proporcionó algo de paz mientras seguía mi recorrido por el mercado.
Sin embargo, al regresar a los Estados Unidos, pasé la primera semana soñando que estaba atrapado en los bazares de Rishikesh, regateando con los mercaderes sobre el precio de productos que ni siquiera quería. Aunque no había regresado a esas tiendas, ¡tenía que cumplir mi palabra y volver a ellas durante mis sueños!
Ser fiel a tu palabra desarrolla un poder espiritual que es esencial si vas a soñar y manifestar un mundo mejor. Sin este poder, tus sueños nunca toman forma y siempre acaban viniéndose abajo justo antes de dar fruto. ¿Has conocido alguna vez a alguien a quien todo parece salirle bien, pero a quien luego todo se le desmorona en el último momento? Su relación acaba justo cuando estaba a punto de casarse, su gran negocio fracasa a última hora o encuentra el lugar perfecto para abrir una consultoría y está listo para empezar, cuando el propietario se niega a alquilarle el local. Como estos individuos carecen de convicción y tratan sus palabras como si no tuvieran mucho poder, sus planes fracasan inevitablemente.
En lugar de intentar forzar al universo para que acate tus deseos, practica la veracidad y aumenta tus reservas de poder personal. Esto hará que tus sueños se conviertan en una fuerza imparable que organice el mundo de la manera que hayas decidido. Cuando practicas la veracidad, dejas de buscarte excusas —lo que dices le comunica al universo que se puede confiar en ti.
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