viernes, 7 de febrero de 2025

 El particular carácter de los franciscanos procede de su fundador. Francisco era hijo de un rico mercader de telas. Tuvo una infancia sin problemas y era conocido por su gentileza y alegría.[1529] Con él, escribió Dante, «le nació un sol al mundo». Le encantaba la literatura francesa, en especial la poesía lírica, y de hecho «Francesco» («el francés») fue el apodo que recibió por sus gustos literarios. Su conversión (si ésta es la palabra apropiada) ocurrió en dos etapas. Tras ser capturado durante una escaramuza entre la gente de Asís y la de Perusa, Francisco contrajo una fiebre y entonces sus pensamientos se dirigieron a Dios. Más tarde, después de haber sido liberado, se encontró con un leproso en un camino. En aquella época, se temía enormemente a los leprosos, a quienes se exigía llevar campanas y hacerlas sonar cuando se acercara una persona sana. En lugar de mantenerse lejos del enfermo, Francisco lo abrazó. Sin embargo, cuando se volvió para mirarlo, éste se había esfumado y el joven quedó convencido de que había sido Cristo quien se le había presentado para convertir el asco en amor fraterno. Conmovido en extremo por esta experiencia, Francisco empleó la fortuna de su familia para reconstruir una iglesia en ruinas. Sin embargo, su padre lo llevó ante el obispo de Asís, delante del cual y de la multitud allí reunida, el joven dio la espalda a la riqueza familiar y abrazó una vida de pobreza. Una historia que en algunos aspectos nos recuerda a la de Buda.

No todas las conversiones son tan fructíferas, pero el carisma de Francisco es legendario. Aunque todos coinciden en que era un excelente predicador, Francisco pensaba que un líder religioso enseñaba más y mejor a través de su propio ejemplo moral. Gracias a su especial personalidad, incluso el hecho de que predicara a los animales no fue visto como una aberración mental sino como algo digno de ser adorado. Por influencia suya los franciscanos veneraron al Niño Jesús y fue en esta época cuando se introdujo la costumbre de los belenes. Francisco tuvo varias otras experiencias místicas, entre ellas una ocasión en que los pájaros revolotearon cantando a su alrededor y otra en la que recibió los «estigmas», las heridas del Cristo crucificado. Estos distintos episodios hicieron que Francisco fuera canonizado dos años después de su muerte, una verdadera marca mundial. El principal logro de los franciscanos a partir del ejemplo de su fundador fue establecer que el propósito de la teología era «mover a los corazones y no simplemente informar y convencer al intelecto».[1530] Ésta fue otra característica del movimiento hacia una fe interior.

Peter Watson 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog

Buscar este blog