sábado, 18 de enero de 2025

 He pronunciado sendas evadidas,

-catedrales de la osa mayor-

nucleos de soles de colores nunca vistos

y mares absorbidos entre dos orillas planas.


He nombrado oasis

que se evaporan con la flauta,

despedidas tan confiadas

que se vendan los ojos las miradas.

He nombrado miedos tan cansados

                            que conmueven al olvido,

cadenas tan tensas

que el cielo mismo se estrangula...


He murmurado

que toda la noche

mecí a la muerte junto a mi

y lo hice por hermandad.

He dicho 

 que un dia de estos

el cristal se quiebra

sobre un pasajero ajeno a la armonia...


Derramado a largos tragos

masqué      purpuras       tormentas,

sangre tan pura que sus trazos

alegraban a los ángeles.


Entonces,

 aquellos que bendicen sin temblar, 

 aquellos que perdonan 

 y aprietan torniquetes,

han bofeteado mis delirios.


Pero en la flor, 

antes de nacer al alba,

un estambre de cólera

prepara un grito estridente

para la nueva aurora....


Poemario de Georges de Cagliari

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