miércoles, 27 de enero de 2021

 


Y me escondo detrás de la puerta, para que la Realidad, cuando entre, no me vea. Me escondo debajo de la mesa, donde de manera súbita doy sustos a La Posibilidad. De modo que aparto de mí, como si fueran los dos brazos de un abrazo, los dos grandes tedios que me ahogan: el tedio de poder vivir sólo lo Real y el tedio de poder concebir sólo lo Posible.

 Triunfo así de toda la realidad. ¿Qué mis triunfos son castillos de arena?... Mas ¿de qué otra cosa esencialmente divina pueden ser los castillos que no son de arena? 

¿Cómo sabéis que viajando así no me rejuvenezco oscuramente? 
 Infantil de absurdo, revivo mi propia infancia y juego con las ideas de las cosas como con soldados de plomo, con los cuales, de pequeño, hacía cosas que nada tenían que ver con un soldado. 

Ebrio de errores, me pierdo a veces por sentirme vivir. 

Fernando Pessoa 

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