sábado, 30 de enero de 2021

Jordi Sierra i Fabra

¿Sabes el día que descubrí que sí había algo mejor que escribir? Fue un día que en Medellín, en Colombia, la Fundación Sierra i Fabra durante un tiempo, con el Banco de Colombia, llevábamos libros a lugares muy distantes. Bibliotecas de 300 o 400 libros seleccionados. Y los llevábamos en canoa, en burro, con las FARC… Las FARC te paraban, pero como eran libros no te hacían nada. «Pasa, pasa». Era peligroso, pero pasábamos. Bueno… Pues llevábamos cada cuatro días una biblioteca a algún pueblito por ahí perdido y un día dije: «Quiero ir yo». Y fuimos a la biblioteca en un lugar llamado Copacabana. No Copacabana Brasil, sino Copacabana Medellín, Antioquia. Era un colegio hecho por dos barracones de metal a 2.000, casi 3.000 metros de altura, con un frío que pelaba. Había un palmo de barro. No pudimos llegar hasta arriba. Y después de ir a la biblioteca y dar mi charla, de repente me tiran del pantalón. Hago así y había un niño bajito, raquítico, una cosita así pequeñita, tenía unos siete, ocho años, y me dice muy serio: «Oiga, ¿usted ha traído los libros?».
Y yo también le digo muy serio: «Sí, ¿qué pasa?». Y me dice: «Nada, es que me encanta leer». Giré la cabeza y me eché a llorar. No pude evitarlo. En ese momento me di cuenta de que sí había algo más importante que escribir. Y es que un niño te diga «Gracias por darme un libro». Y esto sin la fundación no existiría. Así que, la fundación responde a todas esas inquietudes.

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