jueves, 26 de octubre de 2023

Marco Aurelio

 


Epicuro dice: «En el curso de mi enfermedad no tenía conversaciones acerca de mis sufrimientos corporales, ni con mis visitantes, añade, tenía charlas de este tipo, sino que seguía ocupándome de los principios relativos a asuntos naturales, y, además de eso, de ver cómo la inteligencia, si bien participa de las conmociones que afectan a la carne, sigue imperturbable atendiendo a su propio bien; tampoco daba a los médicos, afirma, oportunidad de pavonearse de su aportación, sino que mi vida discurría feliz y noblemente.» En consecuencia, procede igual que aquél, en la enfermedad, si enfermas, y en cualquier otra circunstancia. Porque el no apartarse de la filosofía en cualquier circunstancia que sobrevenga, y el no chismorrear con el profano el estudioso de la naturaleza, es precepto común a toda escuela dedicarse únicamente a lo que ahora se está haciendo y al instrumento gracias al cual actúa.

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