En otras palabras, cuanto menos vives tu vida, mayor será tu ansiedad ante la muerte. Nietzsche expresó vigorosamente esta idea en dos breves epigramas: «Consuma tu vida» y «Muere en el momento justo». También lo hizo Zorba el griego al decir: «No le dejes a la muerte más que un castillo incendiado». Y Sartre, en su autobiografía, afirmó lo siguiente: «Me aproximaba tranquilamente a mi fin… con la certeza de que el último latido de mi corazón quedaría inscripto en la última página de mi obra y que la muerte sólo se llevaría un hombre muerto»
No hay comentarios:
Publicar un comentario