miércoles, 30 de marzo de 2022

"La persona que somos en cualquier momento determinado es el resultado de un cúmulo de experiencias, de acuerdo con el entorno, y de procesos biológicos dirigidos por nuestros genes. Esto quiere decir que somos el producto de una combinación particular de genes y experiencias. Esto es lo que nos dice la ciencia moderna. Sin embargo, aún persiste el viejo debate sobre el peso que tiene la crianza (el entorno, o los factores ambientales que influyen en nosotros pero que son externos) contra la importancia de los genes y los rasgos innatos (los factores internos o nuestra naturaleza humana que influye en nuestro comportamiento y desarrollo) en el resultado final de lo que somos y la vida que llevamos. Este debate es controversial porque potencialmente alberga la clave para descifrar las causas y el remedio para la desigualdad y las injusticias sociales. Por ejemplo, una posición extrema es que la crianza es lo único que importa porque todos somos una página en blanco cuando nacemos (el mito de la tabla rasa). En este caso, podemos concluir entonces que unos padres que hacen un buen trabajo porque tienen conversaciones sinceras frecuentes con sus hijos, les leen, son pacientes y cariñosos pero firmes a la vez, tendrán como resultado unos hijos bien portados, disciplinados, inteligentes y exitosos. Según esta creencia, podemos inferir también que unos hijos inquietos, antisociales, problemáticos, reprobados, son en efecto unos malcriados y los padres son los responsables. Pero ¿qué más podemos inferir de unos padres con un temperamento y personalidad que les facilita expresar sus sentimientos de manera articulada, ser pacientes y alcanzar niveles altos de educación, y que tienen unos hijos seguros de sí mismos, atentos, cariñosos, con un alto rendimiento académico? ¿tendrán algo que ver los genes que estos padres pasaron a sus hijos y no solo la forma en que los criaron? Según lo que sabemos hasta ahora sobre la herencia genética, sobre el temperamento y la personalidad, la respuesta es que por supuesto que sí tienen mucho que ver los genes. ¿Quiere decir esto entonces que, independientemente de la crianza, existe un tipo de padres que son genéticamente superiores y otro tipo que son naturalmente inferiores? Este es el tipo de preguntas que causa controversia porque los racistas las utilizan incorrectamente para intentar justificar su ideología eugenésica nefaria. Por esta razón este tema también causa pánico moral, de tal manera que cualquier científico que pretende investigarlo seriamente, es señalado como racista. El hecho de que algunos rasgos de la personalidad y la capacidad cognitiva, así como el color de la piel, sean heredables es simplemente un hecho biológico. Si la manera en que hemos estructurado la sociedad le confiere ventajas injustas a algún subgrupo de personas que comparten ciertos rasgos innatos, entonces hay que cambiar la manera en que estructuramos la sociedad, y de esa manera logramos una sociedad más justa basada en el avance del conocimiento sobre nosotros mismos. Pero no se puede lograr una sociedad más justa y avanzada ignorando aspectos importantes de nuestra fisiología humana ni mucho menos estigmatizando campos enteros de la ciencia y el conocimiento." (Estúpido Libre Albedrío, 2022)

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