miércoles, 1 de febrero de 2023

Bertrand Russell

 


El hombre feliz es el que vive objetivamente, el que es libre 

en sus afectos y tiene amplios intereses, el que se asegura la 

felicidad por medio de estos intereses y afectos que, a su vez, 

le convierten a él en objeto del interés y el afecto de otros 

muchos. Que otros te quieran es una causa importante de feli-

cidad; pero el cariño no se concede a quien más lo pide. Ha-

blando en general, recibe cariño el que lo da. Pero es inútil 

intentar darlo de manera calculada, como quien presta dinero 

con interés, porque un afecto calculado no es auténtico, y el 

receptor no lo siente como tal. 


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