domingo, 15 de enero de 2023

Primo Levi

 


Todo el mundo descubre, tarde o temprano, que la felicidad perfecta no es posible, pero pocos hay que se detengan en la consideración opuesta de que lo mismo ocurre con la infelicidad perfecta. Los momentos que se oponen a la realización de uno y otro estado limite  son  de  la  misma  naturaleza:  se  derivan  de  nuestra  condición  humana,  que  es  enemiga   de   cualquier   infinitud.   Se   opone   a   ello   nuestro   eternamente   insuficiente   conocimiento del futuro; y ello se llama, en un caso, esperanza y en el otro, incertidumbre del mañana. Se opone a ello la seguridad de la muerte, que pone limite a cualquier gozo, pero  también  a  cualquier  dolor.

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