Así en vano se afana el hombre siempre
y de continuo se atormenta en vano,
y en cuidados superfluos gasta el tiempo,
porque no pone límite al deseo,
y porque no conoce hasta qué punto
el placer verdadero va creciendo:
y esto es lo que ha lanzado poco a poco
entre borrascas a la humana vida,
y ha movido unas guerras tan crueles
para arruinar la sociedad entera.
LUCRECIO
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