“He llegado a la cima del éxito en los negocios. A los ojos de los demás, mi vida ha sido el símbolo del éxito.
En este momento, acostado en la cama del hospital y recordando toda mi vida, me doy cuenta de que todos los elogios y las riquezas de las que estaba tan orgulloso, se han convertido en algo insignificante ante la muerte inminente.
Sea cual sea la etapa de la vida en la que nos encontremos en este momento, al final vamos a tener que enfrentarnos al día en que caiga el telón.
Al envejecer y ser más sabios poco a poco nos damos cuenta de que:
Un reloj de 300 dólares marca la misma hora que un reloj de 30 dólares
Llevemos una cartera o un bolso de $300 o de $30 – la cantidad de dinero que contiene es la misma;
Conduzcamos un coche de $150.000 o de $30.000, la carretera y la distancia son las mismas y llegamos al mismo destino.
Bebamos una botella de vino de $300 o de $10 – la resaca es la misma;
Que la casa en la que vivimos sea de 300 o de 3000 metros cuadrados – la soledad es la misma.
Te das cuenta de que tu verdadera felicidad interior no proviene de las cosas materiales de este mundo.
No importa si viajas en primera clase o en clase turista, si el avión se estrella, bajas igual …
Así que …. Espero que te des cuenta de que tener amistades, amigos y viejos amigos, hermanos y hermanas, con quien conversar, reirte, hablar, cantar canciones, hablar de norte-sur-este-oeste o del cielo y la tierra, ……
¡Eso es la verdadera felicidad
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