Este ser humano es una casa de huéspedes. Cada mañana llega alguien nuevo. Una alegría, un desaliento, una mezquindad, llega alguna percepción fugaz como visita inesperada. ¡Recíbelas y atiéndelas a todas!… A los malos pensamientos, a la vergüenza, a la malicia, recíbelos en la puerta con una sonrisa, e invítalos a entrar. Agradece la visita de quien quiera que venga, porque todos fueron enviados como guías del más allá.
RUMI
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