Nikolay Bogdanov-Belsky nació en 1868 en un pueblo llamado Shitiki, ubicado dentro del Óblast de Smolensk. De chico se interesó por el dibujo y estudió en la Escuela de Bellas Artes Semyon Rachinsky, luego en la Troitse-Sergiyeva Lavra, después en la Escuela de Pintura, Escultura y Arquitectura, una estadía en talleres privados en París y finalmente en la Academia Imperial de las Artes de San Petersburgo.
Para un ruso sensible de esa época no hay nada más artístico que el paisajismo. Así empezó su camino en el trabajo estético. Sin embargo, luego de tantos estudios, de conocer la teoría estética, de analizar a sus contemporáneos, de perfeccionar su técnica y de buscar su propio estilo, llegó a un punto verdaderamente interesante. El mismo año en que terminó de estudiar, pintó Cálculo mental.
¿Y qué vemos en ese cuadro? En principio, una clase. Son once niños y un profesor. En el pizarrón hay un problema matemático que todos los alumnos deben resolver sin hacer ningún tipo de anotación, solamente con la mente. Es una técnica antiquísima que consiste en modelar los números de la forma más conveniente. El objetivo es la agilidad. En la expresión facial del niño más cercano está la tensión de la escena.
Luego de pintar este cuadro, o posiblemente mientras lo pintaba, Nikolay Bogdanov-Belsky comenzó a trabajar de pedagogo. Era algo que no sólo le interesaba por la realidad que vivía el país y la importancia de educar niños para un futuro que se mostraba lleno de desafíos, también por todos los años de formación que tuvo, lo que le daba un mayor acercamiento a la tarea de enseñar.
https://www.infobae.com/cultura/2020/09/30/la-belleza-del-dia-calculo-mental-de-nikolay-bogdanov-belsky/
No hay comentarios:
Publicar un comentario