martes, 17 de mayo de 2022



 Cuando miro el pasado y pienso en todas aquellas ocasiones que dilapidé en el error y en el ocio, careciendo del conocimiento que necesitaba para vivir; cuando pienso en la insistente frecuencia con que pequé contra mi corazón y mi alma, mi corazón supura. ¡La vida es un don, la vida es felicidad, cada minuto podría haber sido una eternidad de dicha! ¡Si acaso los jóvenes lo supieran! Mi vida cambiará a parr de ahora; renaceré. Te juro que no perderé la esperanza, querido hermano. Mantendré un alma pura y un corazón abierto. Renaceré para bien. 


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