miércoles, 27 de mayo de 2020

Elvira Sastre


Cuando uno se marcha
se da cuenta de que hogar
no es de donde vienes
ni a donde vas.
Llevamos la casa a cuestas,
y a veces son tan empinadas y estrechas
que la abandonamos a mitad de camino.
Por eso,
cuando nos perdemos a nosotros mismos
cuesta tanto sentirse a salvo...
Pero a ti podría decirte
que haré de cualquier lugar que lama tus huellas
tu hogar.
A ti podría decirte
que si algún día me abandonas
me colocaré delante,
justo en ese preciso lugar
que no te permita nunca
mirar hacia atrás con pena.
A ti podría decirte
que has de saber que ya ocupas mis ojos,
que llevo tu risa incrustada en mis arterias,
que no hay lugar en mi cuerpo en el que no quepa tu pena,
que cuando no tengas un sitio al que volver
pienses que tienes abiertos todos mis huecos.
A ti podría decirte
que si un día te sientes perdida
dentro de ti misma,
daré con la solución a tu laberinto
abriéndome el pecho
y poniéndote delante,
justo en ese lugar donde hablo tanto de ti
que no te costará esfuerzo reconocerte
y volver a encontrarte.
A ti podría decirte
que para mí
cualquier lugar
es mi casa
si eres tú
quien abre
la puerta.

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