¿Por qué dice siempre que los libros deben ser leídos por personas inteligentes?
Porque son capaces de hacerlos fructificar. No en el sentido de la parábola de los talentos: «Tenías un talento. ¿Has hecho que dé frutos? No, lo he sepultado» [Mateo 24, 14 – Lucas 19, 11-27]. Y bueno, hay gente que lee para decir «he leído un libro», mientras que yo, cuando leo, me exalto frente a una sola palabra, un adjetivo que me da una idea nueva. Hay distintas maneras de leer; por ejemplo, meditar sobre dos o tres palabras, sobre dos o tres versos. Esta es una buena forma de leer. No se debe leer El nombre de la rosa para decir «¡soy culto!». Hay que saber inventar un libro.
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