Cuentan que siempre que entraba en su ashram un nuevo visitante Swami Muktananda le preguntaba si sabía la diferencia entre sentirse bien y sentirse Dios. Si el devoto sacudía la cabeza en señal de que la desconocía, Muktananda formaba un círculo con su índice y pulgar: el símbolo del cero, en señal de que la diferencia entre ambas cosas (Dios y el bien) era nula. «En el principio creó Dios los cielos y la tierra» (Génesis, 1:1). Treinta versículos más adelante está escrito en la Torá: «Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien» (Génesis, 1:31). Dios, y todo lo que creó, está bien. Cuando optas por sentirte bien, optas por sentir lo que he descrito antes como yo supremo, la unidad que recibe tanto el nombre de bien como el de Dios. Resuélvete a que sea esa tu realidad, reiterando tu intención de sentirte realizado en Dios. Dite a ti mismo: Pienso sentirme bien, o, como sinónimo de Dios, Pienso sentir amor.
Wayne Dyer .
No hay comentarios:
Publicar un comentario