El dinero no proporciona la paz del alma, ni el saber disfrutar de la belleza, ni la fuerza de la amistad, ni el calor del amor, ni las pequeñas delicias de una vida familiar, ni el saber saborear las circunstancias sencillas y bonitas de cada día, ni el encuentro con Dios. No proporciona inteligencia ni conocimientos. No proporciona honradez, ni paz; no hace al hombre virtuoso, ni buen padre de familia, ni buen gobernante, ni buen cristiano.
Tener mucho dinero no es ni
bueno ni malo moralmente hablando; tiene ventajas e inconvenientes. Los
inconvenientes son claros: más capacidad para adquirir bienes es también
más capacidad para despistarse, para entretenerse, para perder de vista
lo fundamental porque absorbe demasiado lo accesorio. Es también más
fácil corromperse: porque la corrupción está más a mano y se ofrece
muchas veces por dinero. Es fácil caer en la tontería humana: dejarse
llevar por la vanidad, sentir el placer de provocar en los demás la
envidia, haciendo ostentación de lo que se posee; es fácil dejarse
llevar por el capricho, concederse todos los gustos y no ponerse el
freno que otros se ponen por necesidad en el comer, en el beber, etc. Si
hay mucho amor al dinero, es fácil dejarse comprar, ser sobornados,
corrompidos; dejarse llevar por el espíritu de lujo y el capricho de
gastar, caer en la frivolidad, etc.
https://www.culturafinanciera.org/el-dinero-no-proporciona-la-paz-del-alma/
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