sábado, 6 de julio de 2024

 Howard Schultz, el hombre que convirtió a Starbucks en un coloso, en _ ciertos aspectos no es tan diferente de Travis. Se crió en una zona de viviendas de protección oficial en Brooklyn, donde vivía con sus padres y dos hermanos en un piso de dos habitaciones. Tenía 7 años cuando su padre se rompió el tobillo y perdió su trabajo como chófer de camiones de basura. Eso bastó para que toda la familia entrara en crisis. Cuando se le curó el tobillo, fue de un trabajo mal pagado a otro peor. «Mi padre no encontró nunca su camino —me dijo Schultz—. Vi cómo se destruía su autoestima. Yo sentía que podía haber logrado muchas más cosas.» El colegio a1 que iba 'Schultz era un lugar hacinado y caótico con patios de recreo de asfalto y niños jugando al fútbol, baloncesto, softball, punch ball, slap ball, y cualquier otro juego que pudieran inventar. Si perdía tu equipo, puede que tuvieras que esperar una hora para conseguir otro turno. Así que Schultz se aseguraba de que su equipo-ganara siempre, a cualquier precio. Llegaba a casa lleno de heridas, con sangre en los codos y en las rodillas, que su madre limpiaba con cuidado con una gasa húmeda. «No abandones», le dijo ella. Gracias a su competitividad consiguió una beca de fútbol en la universidad (se partió una mandíbula y nunca más volvió a jugar), se graduó en comunicaciones, y por último consiguió un trabajo como comercial de Xerox en Nueva York. Cada mañana se levantaba y se dirigía a algún bloque nuevo de oficinas de la zona centro, tomaba el ascensor hasta el último piso y comenzaba a preguntar educadamente puerta por puerta si alguien necesitaba tóner o fotocopiadoras. Luego bajaba otro piso en ascensor y volvía a empezar todo el proceso. Starbucks y el hábito del éxito 175 Hacia principios de la década de 1980,. Schultz trabajaba para un fabricante de plásticos cuando observó que un pequeño empresario poco conocido de Seattle encargaba un número exorbitado de conos para filtros de café. Schultz tomó un avión y se enamoró de la compañía. Dos años después, cuando se enteró de que Starbucks, que por aquel entonces contaba sólo con 6 tiendas, estaba en venta, pidió dinero a todos sus conocidos y la compró. Eso fue en 1987. En tres años, ya tenía 84 tiendas; seis años después, más de mil. En la actualidad, ha)r 17.000 tiendas en más de 50 países. ¿Por qué resultó ser Schultz tan diferente de los demás niños de su clase? Algunos de sus compañeros son policías o bomberos en Brooklyn. Otros están en prisión. Schultz tiene más de mil millones de dólares. Se le considera uno de los mejores empresarios del siglo xx. ¿Cómo encontró la determinación —la fuerza de voluntad— para ascender desde un barrio de viviendas protegidas hasta tener. un jet privado? . «No lo sé —-—me dijo—. Mi madre siempre me decía: “Vas a ser el primero en ir a la universidad, .en ser un profesional, harás que todos nos sintamos orgullosos”. Me hacía preguntas como: “¿Cómo vas a estudiar esta noche? ¿Qué vas a hacer mañana? ¿Cómo sabes que estás preparado para el examen?” Me enseñó a ponerme metas. . »He tenido suerte -me dijo—. Y realmente creo que si les dices a las personas que tienen todo lo que necesitan para triunfar, te demostrarán que es cierto.»

Charles Duhigg

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