Siempre ha sido evidente que en ciertas circunstancias la emoción altera el razonamiento. Abundantes pruebas fundamentan los criteriosos conceptos según los cuales se nos ha educado. ¡Mantener la cabeza fría, mantener a raya las emociones! No permitir que las pasiones interfieran con tus juicios... Como resultado, tendemos a considerar que la emoción es una facultad mental sobrante, que acompaña naturalmente a nuestro pensar racional sin que la hayamos invitado. Si es placentera, la gozamos como un lujo; si es penosa, la sufrimos como intrusión molesta. En cualquiera de los dos casos, el sabio nos recomienda experimentar la emoción y los sentimientos moderadamente. Debemos -dice- ser razonables. Esta creencia, ampliamente difundida, es muy sensata, y en ningún caso voy a negar que la emoción descontrolada o mal dirigida puede ser una fuente importante de conductas irracionales. Tampoco negaré que la razón en apariencia normal pueda ser perturbada sutilmente por sesgos afirmados en la emoción. Por ejemplo, un paciente aceptará más fácilmente una cura si se le dice que el noventa por ciento de los tratados está vivo al cabo de cinco años, y no tanto si se le dice que el diez por ciento ha muerto.1 A pesar de que el resultado final es el mismo, la impresión que provoca la mención de la muerte hace que la opción, aceptable en el primer marco de referencia, sea rechazada en el segundo; en resumen: una inferencia incoherente e irracional. El que incluso los médicos tengan la misma reacción que los pacientes comunes descarta la ignorancia como causal de la irracionalidad.
martes, 28 de marzo de 2023
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Archivo del blog
-
►
2024
(1038)
- ► septiembre (107)
-
▼
2023
(855)
- ► septiembre (72)
-
▼
marzo
(63)
- Rutger Bregman
- Hermann Hesse
- Todo el mundo es responsable, totalmente responsa...
- Osho
- Yanis Varoufakis
- KONSTANTIN KOROTKOV
- César Rendueles
- Cuando una vez le preguntaron a Tales que por qu...
- Sam Kean
- Cuando saquéis lo que hay dentro de vosotros, eso...
- Siempre ha sido evidente que en ciertas circunsta...
- John N Gray
- Rafael Alberti
- Un joven monje llegó a un famoso monasterio. Era ...
- Respetar profundamente la realidad implica acepta...
- León Tolstói
- JOHANN WOLFGANG VON GOETHE
- Cesare Pavese
- Alvaro Scaramelli
- Si tú estás viviendo tu vida y yo estoy viviendo...
- Shakespeare
- Rainer Maria Rilke
- Raghava KK
- Hafez
- Louise Michel
- Mario Alonso Puig
- Ousman Umar
- Habiendo perdido la habilidad de coser, pescar y ...
- Paracelso
- Rafael Santandreu
- Jordi Sierra i Fabra
- Hay un relato muy sugerente que procede de Jap...
- Oliver Sacks
- Hermann Hesse
- Juan José MIlás | Fotografía de un sueño | imagina...
- Alvaro Neil
- Fiódor Dostoievski
- Sabato y Borges. Estuvieron distanciados casi 20 a...
- Ernesto Sabato
- Isabel Allende
- Zygmunt Baumann
- Maximiliano Voloshin
- María Sabina
- Solum certum nihil esse certi Et homine nihil mis...
- SÉNECA
- Gary Cox
- Malvidio Malatesta
- EDNA ST. VINCENT MILLAY
- PLATÓN
- Carta de Virginia Woolf a su esposo Leonard antes...
- BERTRAND RUSSELL
- Alan Watts
- Juan Villoro
- Jorge Luis Borges
- "En la primavera de 1938 estaba trabajando por el...
- El ejemplo más asombroso de este tipo de coincide...
- Oliverio Girondo
- Milan Kundera
- Manolo Chinato
- «Un día me dirigía a una importante reunión con u...
- John Gray
-
►
2022
(630)
- ► septiembre (27)
-
►
2021
(1053)
- ► septiembre (59)
-
►
2020
(1232)
- ► septiembre (75)
-
►
2017
(272)
- ► septiembre (28)
-
►
2016
(153)
- ► septiembre (29)
-
►
2015
(385)
- ► septiembre (4)
-
►
2014
(562)
- ► septiembre (15)
-
►
2013
(1055)
- ► septiembre (68)
-
►
2012
(769)
- ► septiembre (108)
No hay comentarios:
Publicar un comentario