En sus relatos, Cortázar evita dar una descripción física precisa de los cronopios. Solo se refiere tangencialmente a ellos como "objetos verdes y húmedos". Los relatos proporcionan claves acerca de la personalidad, los hábitos y las inclinaciones artísticas de los cronopios. En general, los cronopios se presentan como criaturas ingenuas, idealistas, desordenadas, sensibles y poco convencionales, en claro contraste con los famas, que son rígidos, organizados y sentenciosos; y las esperanzas: simples, indolentes, «bobas», ignorantes y aburridas.
Sobre la apariencia de los cronopios, Cristina Peri Rossi, gran amiga del escritor, relata que alguna vez Julio recibió, de parte de un grupo de exiliados chilenos, un muñeco hecho a mano, con cabeza de rana, cuerpo de perro y de color verde. Tras recibir el regalo, Cortázar hizo una observación acerca del color, a él nunca se le habría ocurrido que los cronopios eran verdes
No hay comentarios:
Publicar un comentario