La valentía es como un hábito. Puedes desarrollar el hábito de la valentía practicándolo. Siempre que tengas tendencia a dudar o a retirarte de un desafío, fuérzate a seguir adelante. Dirígete siempre hacia las cosas que temes. Desarrollas el hábito de la cobardía al apartarte o evitar aquellas cosas o personas que temes. Debes ir en la otra dirección. Todos los días debes tomar el hábito de enfrentarte a las cosas que temes, enfrentarte a las personas o situaciones que temes. Cada vez que enfrentas un miedo y lo vences, tu valentía crece. Al final, simplemente por hacer de forma continua las cosas que temes, ya no tendrás miedo de nada.
Una de las claves de la valentía es el atrevimiento. Una de mis frases favoritas es: «Actúa con audacia y fuerzas invisibles vendrán en tu ayuda».
Yo he trabajado con muchos hombres y mujeres que han tenido un gran éxito en los negocios y que tenían talentos, capacidades y recursos limitados, aunque poseían la capacidad de lanzarse siempre que veían una oportunidad.
De algún modo, cuando te lanzas continuamente, las cosas comienzan a funcionar para ti. Las fuerzas, personas y circunstancias conspiran juntas para ayudarte a conseguir cosas de un modo que no hubieras podido soñar.
Practica la audacia. Practica la intrepidez.
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