viernes, 12 de marzo de 2021


 A principios de los años sesenta, Wendell Berry iba camino a una brillante carrera en la metrópoli literaria. Se convirtió en la envidia de muchos autores jóvenes, cosmopolitas; él había publicado un libro de poemas y una novela. Terminó una colegiatura en Stanford y aceptó una codiciada posición de docente en la Universidad de Nueva York.

Entonces, en 1964, Berry decidió abandonar la ciudad y retornar a sus raíces rurales. Intentando disuadirlo, los miembros mas antiguos de la facultad le advirtieron, «Joven, usted no puede ir de nuevo a casa.» Sin embargo Berry hizo precisamente eso. Se mudó al Condado Henry, en Kentucky–donde sus antepasados habían trabajado la tierra por más de 150 años–a cuidar su granja familiar y enseñar. Allí ha permanecido, produciendo más de 40 libros de poesía, ficción, y ensayos.
Un amigo me dijo una vez de Berry, «Si él fuera un movimiento, yo lo opondría.» Pero él no es un movimiento, y no le interesaría ser uno. Más bien, es una voz moral. Él no quiere tanto ser emulado, como ser tomado cuidadosamente en consideración.

Que él no tiene interés en discípulos es afortunado, porque sus admiradores apenas cabrían en el Condado Henry. A sus 70 años, Wendell Berry está cosechando las recompensas de haber encontrado su lugar en el mundo. Él advierte a sus lectores que hagan lo mismo.

Berry escribe en su poema, «Quédese en Casa»:

Esperaré aquí en los campos para ver qué tan bien la lluvia trae la hierba. En la labor de los campos más larga que la vida del hombre estoy en casa. No vengas conmigo. Quédese en casa también.

https://rebelion.org/por-que-wendell-berry-es-importante/

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