domingo, 21 de marzo de 2021



 "El existencialista, por el contrario, piensa que es muy incómodo que Dios no exista, porque con él desaparece toda posibilidad de encontrar valores en un cielo inteligible;

ya no se puede tener el bien a priori, porque no hay más conciencia infinita y perfecta para pensarlo; no está escrito en ninguna parte que el bien exista, que haya que ser honrado,
que no haya que mentir; puesto que precisamente estamos en un plano donde solamente hay hombres.
Dostoievsky escribe: Si Dios no existiera,
todo estaría permitido. Este es el punto de partida del existencialismo. En efecto,
todo está permitido si Dios no existe y,
en consecuencia, el hombre está abandonado, porque no encuentra ni en sí ni fuera de sí una posibilidad de aferrarse. No encuentra ante todo excusas. Si, en efecto, la existencia precede a la esencia, no se podrá jamás explicar la referencia a una naturaleza humana dada y fija; dicho de otro modo, no hay determinismo, el hombre es libre, el hombre es libertad. Si, por otra parte, Dios no existe,
no encontramos frente a nosotros valores u órdenes que legitimen nuestra conducta.
Así, no tenemos ni detrás ni delante de nosotros, en el dominio luminoso de los valores, justificaciones o excusas.
Estamos solos, sin excusas. Es lo que expresaré diciendo que el hombre está condenado a ser libre. Condenado, porque no se ha creado a sí mismo, y sin embargo, por otro lado, libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog

Buscar este blog