Como muchos jóvenes de esa época, Truett se alistó en el ejército. Cuando en 1945
fue licenciado, estaba listo para buscar su oportunidad. Lo que lo atraía era echar a
andar un restaurante, y su sueño era trabajar con Ben, uno de sus hermanos. Después de
haber aprendido algo sobre el negocio, juntaron un poco de dinero, ubicaron un local en
Hapeville, Georgia, en el lado sur de Atlanta, montaron un restaurante y lo abrieron con
el nombre de «Dwarf Grill» (posteriormente Dwarf House). Estaba abierto las
veinticuatro horas del día, seis días a la semana, y aunque requería una increíble
cantidad de trabajo, empezó a dar ganancias desde la primera semana. Pero no pasaría
mucho tiempo antes que Truett enfrentara el primero de una serie de reveses
importantes.
La primera vino solo tres años después que abrieron el restaurante. Dos de los hermanos
de Truett iban en una avioneta privada que se accidentó camino a Chattanooga,
Tennessee. Ambos murieron. Es duro perder a un socio. Perder a dos hermanos fue
horrible. Truett estaba deshecho. Una vez que se repuso del golpe emocional, siguió
adelante solo. Un año después, contrató a Eunice, la viuda de Ben, para que trabajara
con él en el negocio y unos meses más tarde, abrió su segundo restaurante.
En ese momento las cosas iban bastante bien. Hasta que una noche lo despertó una
llamada telefónica. Se había declarado un incendio en su segundo restaurante. Corrió
para ver qué podía hacer, pero cuando llegó vio que el fuego lo había destruido todo.
Eso, en sí, ya era malo. Peor era que prácticamente no tenía seguro.
Dentro de unas cuantas semanas, Truett tuvo otro revés desalentador. Descubrió que
tenía pólipos en el colon, los que tendrían que ser extirpados. El momento no podía ser
más inadecuado. En lugar de reconstruir el restaurante, tuvo que internarse. Una
operación se transformó en dos y, para su desánimo, tuvo que estar varios meses alejado
del trabajo, una eternidad para un comerciante energético como era él.
¿Qué hace un empresario cuando tiene que permanecer en cama durante meses? Si se
trata de Truett Cathy, sale con una idea de un millón de dólares. El tiempo que la
enfermedad lo mantuvo alejado del frente de su negocio lo inspiró para darle vueltas a
un nuevo concepto. A él siempre le había gustado el pollo; de hecho, había sido parte
importante del menú de la Dwarf House. Por un tiempo, el restaurante había incluido en
el menú pechuga de pollo sin hueso. ¿Qué pasaría, se preguntó, si tomo la pechuga del
pollo, la sazono y la frío y la relleno con los condimentos apropiados? La respuesta es
el emparedado «Chick-fil-A» y el comienzo de la cadena personal de restaurantes más
grande del mundo.
Hoy, Truett Cathy es reconocido en la industria de la comida rápida como el
inventor del emparedado de pollo. Chick-fil-A opera más de novecientos restaurantes a
través de los Estados Unidos y su sede principal la tiene en la parte sur de Atlanta, en un
edificio de doscientos mil pies cuadrados construido en un terreno de setenta y tres
acres. En el año 2000 llegó a ser una compañía multimillonaria. Es una de las
operaciones más exitosas en el negocio de los restaurantes, vendiendo millones de
emparedados de pollo e innumerables galones de su famosa limonada recién hecha. El
negocio sigue creciendo. Pero nunca habría llegado a ser lo que es si Truett Cathy no
hubiese experimentado los reveses que le sobrevinieron, si no hubiese mantenido su
perspectiva, y se hubiese dado cuenta que unas pocas experiencias negativas no hacen el
fracaso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario