Yo estaba en el desierto de Sudán y me había quedado sin agua. Y les pregunté a unos chicos que estaban por ahí si había agua. No en su lengua, porque no la hablaba, pero… Estaba muerto de sed. Y me llevaron al desierto, hicieron un pozo y había agua. Y me dieron agua. Y cuando quise pagarles, se rieron. Porque ellos debieron pensar: «¿Cuánto te podemos cobrar a ti por un litro de agua en el desierto? ¡Millones!». Porque el valor de las cosas no lo da el mercado, lo da vuestra necesidad. Esa botella de agua en el supermercado vale 0,80, pero en el desierto, a 49 grados… Hubiera pagado mucho dinero. Mucho dinero que estuve a punto de perder. Una vez yo tenía un bote de plástico con 500 euros dentro, guardados, escondidos, con una especia alrededor que olía muy mal. Si alguien abría mis alforjas para robarme y abría el bote, lo iba a dejar porque olía mal, pero dentro estaban los 500 euros. Qué listo, ¿eh? Pero no me di cuenta que un día, cocinando, había hecho un fuego y huelo a plástico quemado. Digo: «¡No! ¡El bote! ¡Estoy quemando 500 euros!». Lo vi, le di una patada, lo salvé y digo…
Decía un escritor: «El dinero solo es dinero cuando se gasta». No os obsesionéis con el dinero. A lo mejor lo más importante en la vida no vale dinero. Puede que sea vuestra familia, vuestros amigos, un abrazo… El sol por la mañana no vale dinero. Lo más importante de la vida no vale dinero. Vale atención, vale que le deis las gracias, como hemos hecho al principio, de respirar y de estar aquí. Ahora sí ha llegado vuestra alma. Lo veo y me alegro.
La gente piensa que yo estaba loco. He terminado la vuelta al mundo, he vuelto a mi ciudad para ver a mis amigos y decirles: «¿Os acordáis de aquel que dijo que iba a dar la vuelta al mundo? Aquí está. He estado 13 años. ¿Y vosotros qué habéis hecho en 13 años?». En 13 años han pasado muchas cosas. Alguno se separó, otro está feliz con su mujer. Yo he dado la vuelta al mundo. No creo que sea una locura perseguir tus sueños. La locura es irte a la tumba sin vivir tus sueños. El cementerio está lleno de soñadores, de gente que quería, pero… Id a por vuestro sueño. No importa que os digan que es una locura. Si tú crees en ti, nada ni nadie podrá detenerte.
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