¿Cuánto le cambia al universo que alguien viva o muera? ¿En qué se modifica el día después? En nada. El cosmos ni siquiera va a advertirlo, pero a lo mejor quienes sí se enterarán son los que compartieron ese universo con nosotros. Hegel dijo que, quizás, la Tierra no fuera más que un cascote inmenso que gira alrededor del Sol, pero que allí habitan unos seres que se preguntan por el sentido de la vida, y eso la hace diferente. El desafío más noble del ser humano será, entonces, vivir de acuerdo con esta idea: da lo mismo que su existencia no tenga sentido para el universo, debe tenerlo para él. Requiere una actitud heroica oponerse a una injusticia que no se podrá vencer y, aun así, presentarle batalla. Por eso me gustan los personajes épicos como El Quijote o Juan Moreira, que enfrentan el peor de los destinos y, sin embargo, sostienen sus ideales con hidalguía.
Gabriel Rolon
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