Lévi-Strauss nos ayuda a entenderlo: en un cementerio de París, un hombre negro deposita sobre una tumba alimentos variados, pan, frutas, agua. Unas tumbas más allá, un hombre blanco ve aquello y se acerca con ironía a preguntarle: «¿Va a salir su pariente a tomarse esos alimentos?», a lo que le contesta el hombre negro: «Cuando salga el tuyo a oler y ver las flores que le has traído, saldrá el mío a tomarse estos alimentos.» Desde la propia cultura se es incapaz de entender que las flores, como los alimentos, son metáforas que significan lo mismo: las dificultades que tienen los seres humanos para aceptar que la vida se acaba, pretendiendo una continuación en el más allá.
Juan Carlos Monedero
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