Nos encontrábamos discutiendo animadamente acerca de si el mundo actual evoluciona en una particular dirección, o si por el contrario el universo perduraría en una constante renovación por toda la eternidad –Hay algo de crucial importancia, pero no sé como expresarlo de la mejor manera – Dije en medio de la conversación; y repentinamente, me odie por decirlo.
Déjenme ponerlo de esta forma – el planeta tierra nunca ha sido tan pequeño como en la actualidad, el acelerado desarrollo de las comunicaciones lo ha reducido – por supuesto hablando en términos relativos. El tema había estado presente con anterioridad en nuestras conversaciones, pero nunca con tanto detalle como en esta oportunidad.
Hablamos de lo rápido que cualquiera en la tierra, puede saber en pocos minutos lo que yo o cualquier persona piensa, lo que hace, lo que quiere o lo que le gustaría hacer. Si hace años alguien me hubiera dicho que esto seria una realidad, habría pensado que solo seria posible con magia.
Hoy vivimos en una tierra de fantasía, pero me decepciona un poco que esta tierra sea más pequeña de lo que pudiera ser el mundo real.
Chesterton quien retrato el mundo como un pequeño e íntimo universo, siempre estuvo negado a considerar al cosmos como algo realmente grande. Creo que esta idea es muy particular a la luz de los acontecimientos que vivimos en esta nueva era de las comunicaciones. While Chesterton quien renegó de la evolución y la tecnología, tuvo finalmente que verse en la obligación de admitir que el país de fantasía que soñaba podría llegar a través de la revolución científica a la que tan vehementemente se opuso.
Todo se renueva, va y viene. La diferencia esta en como se ha acelerado inusitadamente el tiempo y el espacio. Ahora mis pensamientos pueden darle la vuelta al mundo solo en minutos y todos los acontecimientos de la historia hubieran podido suceder en tan solo un par de años.
Algo debemos sacar de esta cadena de pensamientos. Si solo lo supiéramos! ( Sentí que tenia todas las respuestas sobre el tema, pero creo que las he olvidado, al final parece que mis certezas fueron superadas por la duda. Quizás estuve demasiado cerca de la verdad, como cuando estamos cerca del Polo Norte y la aguja de la brújula gira en círculos descontroladamente. Parece que lo mismo ocurre cuando nuestras creencias están demasiado cerca de Dios).
Un juego fascinante surgió esta discusión. Uno de nosotros propuso realizar el siguiente experimento para demostrar que la población de la tierra está ahora más cercana que nunca antes. Hay que seleccionar a una persona de los 1,5 billones de habitantes de la tierra – cualquiera, en cualquier lugar-. La apuesta realizada consistió en tratar de contactar a esta persona a partir de no más de cinco individuos de los cuales solo uno de ellos puede ser un conocido personal. Por ejemplo “Usted conoce al Señor XY, pídale por favor que se ponga en contacto con el Señor QZ” y así sucesivamente de persona en persona. Cada persona debe preguntar a un amigo de su círculo si conoce al Señor XY y trasmitir el mensaje.
Una idea interesante! – dijo alguien – Vamos a intentarlo ¿Podríamos contactar a Selma Lagerlöf?» (1)
Bien, que sea Selma Lagerlöf
Quien propuso el juego respondió – Pero sería demasiado fácil – y en tan solo dos segundos dio al traste con la propuesta – Selma Lagerlöf acaba de ganar el Premio Nobel de literatura, el cual fue anunciado por el rey Gustavo de Suecia, quien por regla general es quien le habría entregado el premio. Es bien sabido que al rey Gustavo le encanta jugar tenis y es un asiduo participante en los torneos internacionales, donde seguramente ha Jugado con el Sr. Kehrling(2) , por lo que debemos suponer que ambos se conocen. Y resulta que yo también conozco bastante bien al Sr. Kehrling. (Quien habla es un buen tenista). Fíjense que en este caso solo necesitamos dos de los cinco enlaces, lo que no es sorprendente ya que siempre es más fácil encontrar a alguien que conoce una figura famosa o popular que alguna persona corriente, insignificante. ¡Venga, denme uno más difícil de resolver!
Propuse un problema más difícil: encontrar utilizando uno de mis contactos la vinculación con un anónimo trabajador en la Compañía Ford Motor – y lo logré en tan solo en cuatro pasos. El trabajador conoce a su capataz, quien conoce al Señor Ford, quien es buen amigo del Director General del Imperio Publicitario Hearst. Yo tengo un amigo cercano el Señor Árpád Pásztor, quien recientemente habría entablado amistad con el Director de la Publicidad Hearst. Yo podría pedirle como favor a mi amigo que enviara un telegrama al Director de Hearst pidiéndole contactar al señor Ford, quien entraría en contacto con el capataz quien le solicitaría al trabajador ensamblar un nuevo automóvil, el cual estoy necesitando.
Y así prosiguió el juego. Nuestro amigo estaba en lo correcto: nadie del grupo necesito más de cinco eslabones de la cadena para llegar a relacionarse con una persona y sólo utilizando como método el conocimiento.
Pero esto nos llevó a otra pregunta: ¿Existió alguna vez en la historia humana algún momento en el que esto hubiera sido imposible? Julio Cesar, por ejemplo, era un hombre popular, pero si a él se le hubiera ocurrido la idea de contactar con un sacerdote de una de las tribus mayas o aztecas que vivían en las Américas, en ese momento, no podría él haberlo logrado – ni en cinco pasos, y ni siquiera en trescientos. Los europeos en esos días sabían menos sobre América y sus habitantes que ahora nosotros sabemos acerca de Marte y sus habitantes.
Así es que aquí algo importante está pasando, hay un proceso de contracción y expansión que va más allá de los cambios o las transformaciones. Algo se comprime, se reduce en tamaño, mientras que algo más fluye hacia afuera y crece. ¿Cómo es posible que toda esta expansión y crecimiento material pueda haber comenzado con una pequeña y brillante Chispa que estalló en el entramado de nervios del cerebro de un ser humano primitivo hace millones de años? Y ¿cómo es posible que por ahora, este crecimiento continuo tenga la capacidad de inundarnos y reducir a cenizas el mundo físico que conocemos? ¿Es posible que la energía puede conquistar la materia, que el alma sea una verdad más poderosa que el cuerpo, que la vida tenga un significado que sobrevive a la vida misma, que perdure más allá de la muerte, que Dios, después de todo, sea más poderoso que el diablo?
Me da vergüenza admitirlo –puede parecer absurdo- pero me he descubierto jugando este juego, conectando seres humanos como si fueran simples entidades. Me he vuelto muy bueno en eso. Es un juego inútil, por supuesto, pero creo que me he convertido en un adicto, soy como el jugador que apuesta todas sus ganancias, sabiendo que las perderá, solo por el gusto de ver las cartas de su oponente. Este extraño juego sacude constantemente mi de mente: ¿Cómo puedo encadenar, con tres, cuatro, o un máximo de cinco eslabones lo trivial, lo cotidiano de la vida? ¿Cómo puedo vincular un fenómeno con otro? ¿Cómo puedo unir lo conocido y lo efímero con cosas constantes, permanentes? ¿Cómo puedo enlazar la pieza con el todo?
Sería agradable vivir, divertirse y tomar nota de la utilidad de las cosas sólo por el placer o el dolor que me causen. Por desgracia, no es posible. Espero que este juego me ayude a buscar otra cosa en los ojos que me sonríen o en lo primero que me llame la atención, algo más allá de la necesidad de acercarme a su realidad.
Una persona me ama, otro me odia. ¿Por qué? ¿Por qué el amor y el odio?
Hay personas que no se entienden, pero supongo que yo si las entiendo ¿Cómo?
Alguien está vendiendo uvas en la calle mientras mi hijo está llorando en la otra sala. La esposa de un conocido lo ha engañado, como a una multitud de cientos, mientras cincuenta mil relojes Dempsey se sincronizan. La última novela de Romain Roland es criticada, mientras mi amigo Q cambia de opinión sobre el señor Y. “Ring-a-ring o’ roses, a pocketful of posies….”.(3)
¿Cómo puede uno construir cualquier cadena de conexiones entre estas cosas al azar, sin llenar treinta volúmenes de filosofía haciéndolo sólo con suposiciones razonables. La cadena comienza con el asunto y su último vínculo conduce a mí como la fuente de todo.
Bien, al igual que este señor, que se acercó a mi mesa en la cafetería donde ahora estoy escribiendo, quien interrumpe mis pensamientos con algún problema insignificante haciéndome olvidar lo que iba a decir. ¿Por qué tiene que venir aquí y molestarte?
Mi primer enlace: A el realmente no le importa lo que pueda estar pensando la gente que se encuentra escribiendo. Mi segundo enlace: En este mundo no se aprecia el conocimiento escrito como solía hacerse hace un cuarto de siglo. La nueva cosmovisión no valora las importantes ideas que marcaron el final del siglo XIX Pensar es en vano, hoy se desdeña el intelecto. El tercer enlace: Este desprecio es la fuente de la histeria, el miedo y el terror que hoy arrasa a Europa. El cuarto enlace El orden del mundo está destruido Bien, “Dejemos que un nuevo orden mundial aparezca! Dejemos que el nuevo Mesías venga al mundo! Que el Dios del universo se nos muestre una vez más a través de la zarza ardiente! Dejemos que haya paz, guerra, revoluciones. Y finalmente aquí está el quinto enlace:
Que nunca más se le ocurra a alguien atreverse a molestarme mientras juego, cuando configuro los fantasmas de mi imaginación……. cuando creo!
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