Para conocer una cosa partiendo de su opuesto, recordemos la implacabilidad de El príncipe de Maquiavelo, libro al que Russell llamó «manual para pistoleros». Las técnicas de Maquiavelo ilustran a la perfección la relación Yo-Ello cuando relata cómo gobernar a los pueblos infundiéndoles miedo, cómo enriquecerse a costa de los demás y cómo aferrarse a cualquier parcela de poder que uno obtenga. Si el título profesional que busca es el de dictador, Maquiavelo le dará el mejor de los resultados.
Sin embargo, si sus intereses sentimentales pertenecen al reino del «y fueron felices por siempre jamás», le irá mejor con Buber y Kant. Ambos se mostrarían de acuerdo con Hobbes en que el equilibrio de fuerzas es la clave de una relación pacífica y satisfactoria.
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