Oé nos responde mientras Hikari, en la mesa de al lado, escucha música. Nuestra presencia es una interrupción de su muy regulada cotidianeidad: “Me levanto a las siete de la mañana, nunca desayuno. Durante cuatro o cinco horas trabajo. Luego, después de comer, vuelvo a trabajar de una a cinco. Y después me voy a la piscina a nadar. Cuando vuelvo, ceno con mi mujer y mi hijo y me acuesto. Escribo siempre aquí, en el comedor, mientras Hikari ve la tele o escucha discos. No me importuna. Mi mundo no se deja perturbar por otros paralelos".
El jardín está repleto de comederos y casitas para pájaros, que vienen todos los días a saciar su apetito. El premio Nobel se queda mirando uno con el plumaje en blanco y negro: “Es un shiju-kara… Sentimos mucho afecto hacia los pájaros, los cuidamos como si fueran de la familia, porque fue gracias a ellos que mi hijo habló. Creíamos que tal vez jamás hablaría, pero yo le ponía discos con los cantos de las diferentes especies de aves y una voz humana que las nombraba, para que aprendiera a identificarlas… y al final, un día, al oír el gorjeo de uno en el jardín, lo llamó por su nombre. Durante un tiempo, sólo respondía a los pájaros, no a las personas”.
"¡Despertad, oh jóvenes de la nueva era!" es el primer libro de no ficción de Oé que se publica en España. "Es lo más importante que he escrito y refleja el proceso, primero, de aceptación de mi hijo y, después, de cómo llegamos a ser felices juntos. Todos los hechos son reales, pero se narran de manera novelística, con estilo literario". Además de Hikari, el otro eje de la obra son los versos del poeta romántico inglés William Blake: "Dibujo dos mundos, el de los poemas de Blake y el de mi familia, que se van solapando, y a través de un juego de espejos llegan a unirse formando una sola realidad, porque no es tan fácil decir dónde está la frontera entre lo que vivimos y lo que leemos".
https://www.las2orillas.co/entrevista-al-nobel-japones-kenzaburo-oe/
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