Las armas son las herramientas de la violencia;
todo hombre decente las detesta.
Las armas son las herramientas del miedo;
el hombre decente las evita.
Sólo con el mayor refreno
y en la más extrema necesidad
las usará si a ello es compelido.
La paz es el valor más elevado.
Si la paz ha sido alterada,
¿cómo podría estar contento?
Sus enemigos no son demonios
sino seres humanos como él.
No les desea mal.
No se regocija en la victoria.
¿Cómo podría regocijarse en la victoria
y deleitarse en la matanza?
Él entra en batalla gravemente,
con gran pena y compasión,
como si a un funeral asistiera.
Lao Tse
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