Me gustaría
poder decirte:
Ven cuando quieras,
te estaré esperando.
Los barcos son así
son así los muelles
y los viajeros.
Te lo juro
me gustaría
poder decirte:
La nave que emprendimos
nos estará esperando
los días pasados
son como si no hubieran pasado nunca
las calles recorridas
están en el mismo lugar
las plazas
las fuentes
los árboles
cosas de la imaginación
cosas de la evocación
cosas de la nostalgia.
Me gustaría poder decirte:
Esta mañana llueve,
te estaré esperando
como si nada hubiera pasado nunca
como si Pinochet no hubiera asaltado la Casa de la Moneda
como si te hubieras ido hace solo media hora
a comprar tabaco.
Me gustaría poder decirte:
La vida está muy cara
pero los atardeceres siguen siendo rosa
hay niñas que quisieran ser palomas
pero deben ir al colegio
palomas que tienen tu gracia al despertar
tu gracia dormida
que es una gracia que no conocen
más que los que te vieron dormida una noche de verano
durante seis años
como yo.
Pero seguramente el hecho
de haberte visto dormida todas las noches de seis años
justamente me impide decirte:
Ven cuando quieras,
te estaré esperando
y seguramente
haberte visto dormida todas las noches de seis años te impide
volver al banco vacío
a la casa abandonada
al barco hundido.
Aunque sepas oscuramente
en las noches de invierno y de verano
que te estaré esperando
como si todas las cosas del mundo
ya nos hubieran pasado para siempre.
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