El actual pico en el número de seres humanos puede tocar a su fin por una serie diversa de razones: el cambio climático, las enfermedades de nuevo cuño, los efectos secundarios de la guerra, la espiral descendente en la tasa de nacimientos o la combinación de todos estos factores y de otros todavía desconocidos.
Sea lo que sea lo que ocasione su final, nuestra especie es una aberración:
[...] si la plaga humana es realmente tan normal como parece, la curva descendente debería ser un reflejo inverso de la curva de crecimiento poblacional. Esto significa que el grueso del colapso tendrá lugar a lo largo de poco más de cien años y que para el año 2150 la biosfera debería haber recuperado los niveles seguros de población de Homo sapiens previos a la plaga, de entre 500 y 1.000 millones de personas.
Los humanos son como cualquier otro animal de plaga. No pueden destruir la Tierra, pero pueden arruinar fácilmente el medio ambiente que los sostiene. Í.I más probable de los cuatro resultados de Lovelock es una versión modificada del primero de ellos: una en la que la Primatemaia disseminata se cura gracias a un descenso a gran escala en el número de seres humanos.
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