Sigue tu destino,
riega tus plantas,
ama tus rosas.
El resto es la sombra
de árboles ajenos.
La realidad
es siempre más o menos
de lo que queremos.
Sólo nosotros somos siempre
iguales a nosotros mismos.
Suave es vivir solo.
Grande y noble es siempre
vivir simplemente.
Deja el olor en aras
como exvoto a los dioses.
Ve de lejos la vida.
No la interrogues nunca.
Que ella nada puede
decirte. La respuesta,
más allá de los dioses.
Mas serenamente
imita el Olimpo
en tu corazón.
Los dioses son dioses
porque no se piensan.
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