Hay otra ilusión: que es importante ser respetable, ser amado y apreciado, ser importante. Muchos dicen que tenemos una necesidad de ser amados, apreciados, de pertenecer. Eso es falso. Descarte esta ilusión y será feliz. Tenemos una necesidad natural de ser libres, una necesidad natural de amar, pero no de ser amados. A veces, en mis sesiones de sicoterapia encuentro un problema común: Nadie me ama; ¿entonces cómo puedo ser feliz? Le explico a la persona: ¿Quiere decir que nunca tiene momentos en que usted se olvide que no es amado, y se deje ir, y sea feliz?" Por supuesto que los tiene. Por ejemplo, una mujer está embebida en una película. Es una comedia, y ella está riéndose a mandíbula batiente, y en ese bendito momento olvida recordar que alguien la ama, nadie la ama, nadie la ama. ¡Está feliz! Entonces sale del teatro, y la amiga con que había ido a ver la película se va con un novio y queda sola. Entonces empieza a pensar: "Todas mis amigas tienen novio y yo no. Soy tan infeliz. ¡Nadie me ama!". En la India, muchos de los pobres están empezando a conseguir radios de transistores que son un lujo. "Todo el mundo tiene un transistor", se oye decir, "Pero yo no tengo un transistor; soy tan infeliz". Hasta que todo el mundo empezó a conseguir transistores, eran perfectamente felices sin tener uno. Así le pasa a usted. Hasta que alguien le dijo que no sería feliz a menos que fuera amado, usted estaba perfectamente feliz. Usted puede ser feliz sin ser amado, sin ser deseado o atractivo. Usted es feliz en el contacto con la realidad. Eso es lo que trae la felicidad, un contacto con la realidad a cada momento. Allí es en donde encontrará a Dios; allí es en donde encontrará la felicidad. Pero la mayoría de la gente no está preparada para oír eso.
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