En lugar de decir que Budha está en el corazón, sería mejor decir que la libertad está en el corazón y simplemente depende de si hacemos uso de ella o no. Si cambiamos la libertad por otra cosa, entonces el ave de la libertad escapará, porque ese es el precio de la libertad.
El escritor escribe lo que él quiere, sin buscar recompensa no sólo para afirmarse, sino también para desafiar la sociedad. Este desafío no es pretensión, y el escritor no tiene necesidad de inflar su ego cuando se convierte en un héroe o un guerrero. Los héroes y los guerreros luchan para alcanzar alguna gran obra o para consolidar algún hecho meritorio y estas cosas son logros de las obras literarias.
Si el escritor desea desafiar la sociedad debe ser a través de la lengua y debe apoyarse en los personajes y los acontecimientos de sus obras. De otra manera, sólo conseguirá dañar la literatura.
La literatura no es un grito iracundo y tampoco puede convertir la indignación de un individuo en acusaciones. Solamente cuando los sentimientos del escritor como individuo se reflejan en su obra, éstos resisten el paso del tiempo y sobreviven por un largo período.
Por lo tanto, no se trata del desafío del escritor a la sociedad, sino más bien, una respuesta poderosa a los tiempos y la sociedad del escritor. El clamor del escritor y sus acciones podrán desaparecer, pero mientras haya lectores, su voz y sus escritos continuarán divulgándose.
En verdad, ese desafío no puede transformar la sociedad; es solamente la aspiración individual de trascender las limitaciones del entramado social y de asumir una postura encubierta, Sin embargo esto es, sin dudas, una actitud normal, porque es alguien que está orgulloso de su humanidad. Sería triste si la historia humana fuera sólo manipulada por leyes desconocidas y se moviera ciegamente con la corriente de manera que las diferentes voces de los individuos no se pudieran escuchar. Es en este sentido que la literatura llena el vacío de la historia. Cuando las grandes leyes de la Historia no se utilicen para interpretar la Humanidad la gente será capaz de dejar atrás sus voces. La Historia no es todo lo que la Humanidad posee, también está el legado de la literatura. En la literatura la gente son invenciones, pero mantienen la creencia esencial en su propia valía.
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