martes, 4 de diciembre de 2018
Jim Harrison
La lectura juvenil puede ser un procedimiento melancólico. Tu ingenuidad te hace creer todo lo que lees. Luego ese sentimiento se vuelve humorístico. "El niño lisiado pintó en su bota de vaquero. Por desgracia, dentro había una pequeña serpiente de cascabel que le mordió y lo mató lentamente. Su perro intentó revivirlo y la serpiente mordió fatalmente al perro en la nariz. Ahora hay dos amigos tocados por la muerte en el porche". Ese tipo de cosas. Sin embargo mi niñez lectora fue placentera a pesar de que perdí mi ojo izquierdo a los 7 años cuando una niña me arrojó un vaso a la cara. Esto conllevó un esfuerzo mayor en la búsqueda de alternativas reales en los libros. A los 21 años mis personas favoritas, mi padre y mi hermana, murieron en un accidente de coche y esto sirvió de combustible para escribir totalmente sin compromiso. Si la gente a la que quieres puede morir en un accidente te niegas a dar un paso atrás en tu trabajo.
http://www.elcultural.com/noticias/letras/Jim-Harrison-La-muerte-de-mi-hermana-y-mi-padre-me-sirvio-para-escribir-sin-compromiso/9121
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