Cuando los protagonistas de VALIS
finalmente se encuentran con Dios (o lo que aparenta ser Dios), le
preguntan cómo puede haber justicia en un mundo en el que el gato de
Kevin, el lado cínico del escritor, murió atropellado. La muerte del
gato es una de las constantes a lo largo de la novela autobiográfica;
podría decirse que es uno de los temas centrales, probablemente debido
al hecho de que una de las mascotas del escritor, un gato con el que
tenía una intensa relación, murió de cáncer luego de las experiencias
místicas del escritor.
Y lo que aumenta todavía la importancia
es que PKD creía que la muerte estaba relacionada directamente con ese
SIstema VAsto de INteligencia VIva: Philip K. Dick sospechaba que su
gato había enfermado de cáncer debido a la fuerte radiación emitida por
Valis (la misma radiación que, en la novela, causa que una versión
ficcionalizada de Brian Eno asesine involuntariamente a Dios).
La preocupación de Dick por la muerte de
su mascota es comprensible cuando sabemos de su amor por los gatos. Más
allá del hecho conocido de que durante años el escritor se alimentó en
parte con comida para gatos, la Exégesis contiene una anécdota que da
cuenta de la relación entre ellos. En una ocasión, Dick –con frecuentes
problemas de salud-- no soportaba el dolor de estómago –en determinado
momento, el gato se subió al regazo del escritor y comenzó a ronronear.
Inmediatamente, el dolor empezó a desaparecer y Philip K. Dick supo que
el gato lo estaba curando.
http://pijamasurf.com/2014/08/los-gatos-tambien-pueden-estimular-tu-excentricidad-o-asi-fue-con-burroughs-y-otros/
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