“Un maestro tiene la ardua tarea de enseñarles a sus alumnos a enseñarse a ellos mismos” -Alejandro Jodorowsky
Fotografía de Ejo Takata Shigueta
(1928-1997), monje japonés díscipulo de Yamada Mumon que vivió y enseñó
zen en México desde 1967 hasta su muerte. Maestro nombrado por Alejandro
Jodorowsky en su obra “El maestro y las magas”. Al llegar a Mexico hizo
un bastón -conocido como keisaku- donde escribió: “Aprende por ti
mismo, yo nada puedo enseñarte”.
¿Cómo reconocer a un maestro?
Una persona desea encontrar a un famoso
maestro Zen, llega a su domicilio y cree descubrirlo en el jardín
rodeado por algunos discípulos que lo escuchan religiosamente. Viendo a
un viejo jardinero que barre las hojas secas, el visitante le pide que
lo introduzca ante su maestro. A esto el anciano responde: ¿Qué desea
usted? Yo soy el maestro. Él es mi mejor discípulo.
¿No debemos fiarnos de su apariencia, ni de los títulos que muestra en su currículo?
Dice Alejandro Jodorowsky, que el maestro
más poderoso es aquel que confundes con un ser humano cualquiera. Es
completamente parecido a ti: es un maestro invisible. Existen numerosos
maestros invisibles en el planeta. Lo son porque han alcanzado un grado
superior de la conciencia humana y no se hacen notar.
¿De qué nos sirve un maestro invisible?
Un maestro invisible nos conduce al
desarrollo y a la realización sin deslumbrarnos y sin exigirnos ninguna
clase de retribución. En realidad, cada ser que aparece en nuestra vida
es una bendición: ¡Un gato, una planta, un amigo, todo! ¡Un colaborador,
un empleado, un maestro…, que gran alegría!
¿Cuál sería el verdadero rol del maestro?
El rol del maestro es despertar en el alumno lo que ya sabe, según Alejandro Jodorowsky
O como dice Idries Shah “El
papel del maestro es provocar la capacidad en el estudiante, para lograr
que esté allí cuando sea útil, para guiarlo hacia el progreso. No para
deslumbrar ni para dar una impresión de virtud, poder, importancia,
información general o alguna otra cosa”
¿Hay algún cuento que lo ejemplifique?
Exigen a un sabio que estaba de paso por
un pueblo que diera una conferencia en la plaza. El sabio pregunta:
¿Saben algo? El público responde que no, entonces el maestro contestó
que no hablaba con ignorantes y siguió su camino.
Años después, la presencia del sabio en
ese mismo pueblo volvió a provocar la misma petición. El sabio volvió a
preguntar: ¿saben algo? La respuesta del público, aleccionados por la
experiencia pasada, fue que sí. El sabio contestó que para qué hablar si
ya saben…y se marchó.
En una tercera ocasión, muchos años más
tarde, frente a la misma pregunta los aldeanos tenían la respuesta
meditada: unos debían decir que sí y otros que no. El sabio les contestó
que los que habían respondido afirmativamente enseñaran a los que no
sabían y siguió su camino.
Tenía entendido que la misión del
maestro es la de juzgar, y también la de destacar a los buenos alumnos
por encima de los malos.
Los auténticos maestros recomiendan no
juzgar, la crítica no ayuda. Dicen que el mundo es un reflejo de nuestro
estado de conciencia. Cuando mostramos una cara amistosa, el mundo la
refleja inmediatamente
Un maestro nunca debería mostrar preferencias ya que las mismas pueden dañar al resto del alumnado.
¿Cuál es la actitud más absurda que se puede seguir cuando estamos frente a un maestro?
Hay una historia interesante al respecto
que cuenta Jodorowsky: “una persona busca durante años y años a un
maestro, camina medio mundo, sube montañas, atraviesa mares; por fin lo
encuentra y en cuanto lo ve, le habla de su vida durante tres días
seguidos y se va”
¿Por qué se actúa de ese modo?
Dice Alejandro Jodorowsky que el ego es
así: encuentra al maestro y después se pone a hablar de sí mismo. “He
visto a tanta gente que se me acerca y me habla y me habla y no me hace
ninguna pregunta”
En otros casos, el maestro acaba decepcionando al alumno…
Dice Coelho que cuando la gente busca un
maestro, debería estar buscando experiencias que puedan ayudarle a
evitar ciertos obstáculos. Desgraciadamente, la realidad es otra:
recurren a la ley del mínimo esfuerzo, intentando encontrar respuestas
para todo. El que desea aprovecharse del esfuerzo del maestro para así
no gastar sus energías nunca llegará a ninguna parte, y acabará por
sentirse decepcionado.
¿Tan malo es preguntarlo todo?
Las respuestas no son nada y la
experiencia lo es todo. Sin embargo la respuesta nos da los medios para
adquirir esa experiencia de la que andamos necesitados…
Cuando uno es incapaz de responder a su
propia pregunta dentro de sí, la exterioriza. En otras ocasiones la
pregunta sólo busca captar la atención…
Un psicólogo fue a conocer a un maestro
Zen muy reconocido por su sabiduría y le estuvo haciendo una entrevista.
Al finalizar le dijo:
-Pero, dígame, ¿usted que hace realmente para ayudar a la gente?
El maestro le respondió:
-Lo llevo a un lugar donde no necesite hacer ninguna pregunta.
Ya hemos visto lo que es un maestro ¿Qué no es un maestro?
Dice Pedro Crucera que no son
maestros los que no aprenden cuando enseñan, ni aquellos que creen que
todo está escrito ni tampoco los que piensan que lo saben todo
¿Qué resulta fundamental para cualquier maestro? Incluso en los niveles más básicos de la enseñanza
Según dice Alejandro Jodorowsky, lo más
importante es conocerse. Un maestro que se desconoce es un peligro para
si mismo y para los alumnos a los que trata.
¿Por qué se dice que hay falsos maestros?
En palabras de Idries Shah: “Donde hay
una cosa verdadera o útil, con seguridad hay una falsificación. Esto no
significa que la intención original fuera errónea, pero las cosas se
vuelven erróneas si no están organizadas convenientemente”
¿Alguna historia que nos lo muestre?
Había una vez un joven en Taiwán que
deseaba ardientemente que cierta joven se casase con él. Le escribió
cartas durante casi cuatro años, a una media de una diaria, declarándole
su amor. Sin ese esfuerzo habría sido difícil que la mujer se
prometiese con el cartero que le llevaba las cartas
¿Cómo se organizan los maestros?
Las cosas no son siempre lo que parecen…
¿En qué sentido?
Hay una historia sufí de dos maestros y
sus respectivos discípulos. Uno de ellos expulsaba a muchos de sus
alumnos que se marchaban indignados al otro, el cual siempre aprovechaba
la mínima ocasión para criticar al primero.
Sucedió que después de 50 años, uno de
los antiguos discípulos descubrió que entre ambos maestros había una
excelente amistad y preguntó por ese extraño proceder
El primer maestro le confesó que los dos
forman equipo, trabajan juntos. Los alumnos que no tenían suficiente
nivel, que eran peligrosos incluso para ellos mismos, eran enviados a su
colega que tenía como misión estabilizarlos. Eran poco aptos para la
enseñanza, pero liberados a su suerte se habrían convertido en asesinos y
ladrones.
Frases:
“Nada está fijo, a veces somos el discípulo, a veces somos el maestro” Alejandro Jodorowsky
“Los Maestros nos ayudan a encontrar el camino, pero sólo nosotros podemos recorrerlo” Alejandro Jodorowsky
“El mejor maestro se sienta en tu silla” Dicho sufí
“Cuando el maestro está preparado, aparece el discípulo” Sentencia hindú
“Cada día es maestro del anterior y discípulo del siguiente” Proverbio chino
“Antes quería ser maestro, ahora soy estudiante del infinito. Estudio todo el tiempo” Alejandro Jodorowsky
Para seguir el sendero, mira al maestro,
sigue al maestro, camina con el maestro, ve con el maestro, llegarás a
ser maestro. Proverbio Zen
“Maestro es alguien que ve el día como
una oportunidad en el tiempo para crear posibilidades de realidad y
emociones que no han nacido todavía, realidades que no existen; para
conseguir que el día fecunde infinitos mañanas” Ramtha
Para finalizar, un texto de Gabriela Mistral, “la oración de la maestra”
¡Señor! Tú que enseñaste, perdona que yo
enseñe; que lleve el nombre de maestra, que Tú llevaste por la Tierra…
Maestro, hazme perdurable el fervor y pasajero el desencanto. Arranca de
mí este impuro deseo de justicia que aún me turba, la mezquina
insinuación de protesta que sube de mí cuando me hieren… Hazme
despreciadora de todo poder que no sea puro, de toda presión que no sea
la de tu voluntad ardiente sobre mi vida… Dame sencillez y dame
profundidad; líbrame de ser complicada o banal en mi lección cotidiana…
Aligérame la mano en el castigo y suavízamela más en la caricia.
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