Me vais a colgar, pero no soy la única. Somos más de 200 millones, no podréis colgarnos a todos… estas fueron las palabras de la heroína rusa de 18 años Zoya Kosmodemyanskaya poco antes de ser ejecutada.
Siendo muy pequeña ya mostró su interés por la lectura, la música, los grandes pensadores… que fueron forjando su carácter indómito e idealista. Con 15 años se unió alKomsomol (las juventudes del Partido Comunista de la Unión Soviética, PCUS). En 1941, tras la invasión de los alemanes y con sólo 18 años, se ofreció voluntaria para forma parte de un grupo de partisanos que participaban en misiones de sabotaje y reconocimiento tras las líneas enemigas. El 27 de noviembre 1941, el grupo de Zoya logró cruzar el frente y se adentraron en territorio ocupado por los alemanes hasta llegar al pueblo de Petrischevo, donde estaba acuartelado un regimiento de alemanes. Zoya prendió fuego a varias cuadras y a dos casas ocupadas por los alemanes, pero un colaboracionista ruso la delató – fue recompensado con una botella de vodka – y fue capturada.
La llevaron a una cabaña y durante 48 horas fue sometida a todo tipo de torturas y vejaciones para que delatase a sus camaradas. Ante la desesperación del oficial al mando, ya que Zoya no decía nada, la mañana del 29 de noviembre la sacaron de aquella sala de torturas y la pasearon con un cartel al cuello “Incendiaria de hogares” hasta el centro del pueblo… le esperaba la horca. Los alemanes y el pueblo entero, obligados a presenciar la ejecución, rodeaban el cadalso pero cuando se iba a proceder a la ejecución, uno de los oficiales alemanes ordenó esperar hasta tener preparada su cámara fotográfica, momento que aprovechó Zoya para gritar:
Camaradas, ¿por qué estáis tan tristes? Yo no tengo miedo a morir, soy feliz de morir por mi pueblo [...]
Me vais a colgar, pero no soy la única. Somos más de 200 millones, no podréis colgarnos a todos. Mis compañeros vengarán mi muerte. Alemanes, rendíos antes de que sea demasiado tarde. La victoria es nuestra.
Durante un mes, el cuerpo congelado de Zoya estuvo colgado hasta que unos alemanes borrachos decidieron cortarle el pecho izquierdo y los oficiales ordenaron enterrar a Zoya. En 1942 el pueblo de Petrischevo fue liberado por el ejército ruso, el colaboracionista ruso fue ejecutado y a Zoya se le concedió a título póstumo la más alta distinción Héroe de la Unión Soviética. El oficial alemán que hizo las fotos murió en el combate y en uno de sus bolsillos se encontraron las fotos de la ejecución: 1 y 2. El hermano de Zoya, Aleksandrk, también fue condecorado a título póstumo como Héroe de la Unión Soviética.
Fuentes e imágenes: El primer ensayo sobre Zoe Kosmodemyanskoy, Zoya Kosmodemyanskaya Martyrdom
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