miércoles, 8 de octubre de 2025

 El vacío y la percepción – La mirada de Musashi


Miyamoto Musashi escribió que el guerrero debía comprender no solo las técnicas de la espada, sino también el vacío: aquello que no se ve, pero que sostiene todo lo visible. En su Libro de los Cinco Anillos, el vacío no significa “nada”, sino espacio abierto para la claridad y la intuición.

El vacío como claridad

Cuando Musashi hablaba del vacío, se refería a un estado mental donde no hay confusión ni ruido interno. El espadachín que entra a un duelo cargado de miedo o de pensamientos dispersos ya está derrotado antes de blandir su arma.
El vacío es, entonces, la mente despejada, capaz de percibir sin prejuicios lo que sucede alrededor.

Percepción sin distracciones

Musashi decía: “Percibe lo que no puede ser visto con el ojo”. Esto no es misticismo: significa entrenar la mente para ver patrones, movimientos y señales que la mayoría pasa por alto. En combate, esa percepción es vida o muerte; en la vida moderna, es la diferencia entre actuar con inteligencia o reaccionar por impulso.

Aplicación hoy

En nuestra época, el vacío se traduce en espacios de silencio: meditación, respiración consciente, incluso el simple hábito de apagar el ruido externo por unos minutos. Solo quien se da un respiro puede mirar con claridad las oportunidades y peligros que otros no ven.

En el deporte: un corredor que sabe escuchar su respiración y el ritmo de su cuerpo entiende mejor cuándo acelerar y cuándo resistir.

En la política o en el trabajo: quien se deja arrastrar por la ansiedad reacciona; quien cultiva el vacío piensa antes de moverse y siempre sorprende.


Reflexión final

El vacío de Musashi no es ausencia, sino potencia en espera. No es pasividad, es claridad que prepara la acción. Así como el arco se tensa en silencio antes de soltar la flecha, así debe estar nuestra mente: despejada, pero lista para actuar.

🥋 Consigna práctica – El vacío en la vida diaria

1. Silencio de un minuto: tres veces al día, detente por 60 segundos. Respira profundo y observa tu entorno sin juzgar, solo percibe.

2. Percepción ampliada: cuando camines por la calle, nota detalles que normalmente ignoras: sombras, ruidos lejanos, gestos de las personas. Entrena la mirada como Musashi entrenaba su espada.

3. Acción clara: antes de responder a un problema o discusión, haz una pausa breve. Pregúntate: “¿Estoy viendo la situación completa o solo mi enojo?”

Con el tiempo, el vacío deja de ser silencio extraño y se vuelve un aliado invisible que fortalece cada decisión.


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